sábado, 22 de mayo de 2010
Radio Universidad en el terremoto de 1960
Acaecido en la mañana del día 21 de mayo de ese año, Concepción entero se levantó para apreciar los daños. Yo concurrí a los Estudios de RUC, ubicados en el cuarto piso de la Escuela de Farmacia, en el Barrio Universitario. Sólo pude apreciar que el más serio de los problemas estaba en la falta de energía eléctrica en la ciudad, situación que alcanzaba a la Planta Transmisora de RUC, que estaba ubicada en el camino a Penco. Sin embargo, eso estaba en manos del técnico Osvaldo San Martín.
En los estudios sólo había caído el equipo de Frecuencia Modulada sobre la consola de transmisiones, sin dañarse .
Por la noche, a eso de las 22:30 horas, se me pasó a buscar a la Plaza Perú, lugar en que me encontraba junto a mis “hermanos” del Hogar El Panteón –al que pertenecí- y que había caído esa mañana.
Enfilamos a la Planta Transmisora, ubicada e en el sector Bellavista, camino a Penco. En el auto recuerdo que iba Guillermo Barraza, hombre que había traído de Santiago el director Céspedes. El técnico había logrado que se diera energía eléctrica en tal sector y en el Barrio Universitario. Mientras emitíamos mensajes, él trataba de mejorar los equipos en los estudios. Entre él y yo hacíamos los esfuerzos por lograr una locución lo más adecuada posible ya que ninguno era locutor. Carabineros nos proveía de información emanada del Servicio de Salud Pública y de pequeñas notas enviadas por los auditores que ya nos lograban escuchar, porque fuimos la única radio que funcionó en la ciudad. Cada hora, más o menos, llegaba un furgón de Carabineros que nos renovaba los mensajes del público a sus parientes dado a conocer cómo se encontraban. Fue una enorme colaboración, considerando, además, que estábamos camino a Penco. Pudimos indicar a nuestros oyentes que al amanecer estaríamos en los estudios y abrir la puerta de la Escuela nos encontramos en el Hall con un velorio. Se tenía allí a un estudiante de farmacia que había perdido la vida en el terremoto. Muy temprano por la mañana empezó a llegar la gente a dejar sus mensajes, siendo cada vez mayor la cantidad. Nos hurtaron alguna vestimenta a los que estábamos trabajando, por lo que decidimos cerrar el acceso a los Estudios y se dispuso que parte del escaso personal y alumnos universitarios atendieran al público en el primer piso de la Escuela. A todo esto, empezaron a llegar nuestros locutores, dos de los cuales habían sufrido de diversa manera los efectos del sismo. Sergio Castillo Díaz había sufrido lesiones en la zona nasal como consecuencia del derrumbe de su casa. Fernando Alvarez Castillo, recién egresado de Derecho y a la fecha Vicepresidente de la FEC, andaba en Santiago en gestiones de su cargo con el presidente Rolando Merino. Ambos, al conocer en Santiago lo sucedido en Concepción, decidieron viajar en un taxi. Como el chofer no conocía el acceso a Concepción y ambos pasajeros se quedaron dormidos, el taxi los llevó a Los Angeles, debiendo, por cierto, hacer el retorno sumando unas tres horas más de viaje.
Con todo el personal de transmisión: 4 Locutores y 2 Radiocontroladores, RUC tuvo una amplísima y muy destacada jornada para los sismos de 1960. Comenzó su faena la noche del día 21 y no la interrumpió sino hasta la medianoche del 31 de mayo. Los Radiocontroladores, o Controles, como se denominan hoy día, eran Manuel Riquelme Ruiz y Hernán Miller Mansilla, quienes debieron dormir bajo las mesas cuando el sueño los vencía.
A modo anecdótico puedo contar algo ocurrido con don David Stitchkin, Rector de la Universidad de Concepción a la fecha. Él se encontraba en USA por aquellos días. Al informarse del violento sismo ocurrido en la ciudad, decide su retorno de inmediato. En el viaje de regreso una escala en Lima le permitió oír “su” Radio. Se escuchaba a través de nuestra Onda Corta RUC, en Lima. Eso lo conmovió. Entonces, al llegar a Concepción y enterarse de los daños sufridos en la Universidad, decidió hacerlo en una conferencia de prensa para juntar a todos los medios que deseaban conocer su opinión sobre lo ocurrido y de cómo se enfrentaría el futuro. Decidió hacerlo en RUC. Allí se trasladó y en condiciones un tanto desmejoradas porque aún no había agua potable en el Barrio, dio su conferencia de prensa, en parte de la cual destacó la labor cumplida por el Medio de Comunicación de la Universidad a tan sólo nueve meses de haber iniciado sus transmisiones. Pidió especialmente se destacara el inmenso trabajo del personal de la Radio, con voz quebrada por la emoción.
Andando los días él propuso al Directorio de la Universidad que se otorgara al personal de la Radio y a quienes habían colaborado él, la entrega de una insignia de oro de la Universidad con la siguiente Leyenda al anverso: AL MERITO. La fecha, 21-mayo-1960, y el nombre de la persona a quien se asignaba.
MISION SUR:
Concluidas las labores el día 31 de mayo, al día siguiente partió al sur del país la “Misión Sur”. Estaba compuesta inicialmente por el técnico Osvaldo San Martín, el periodista Jaime Smith Marín y el conductor del vehículo, Laureano Silva Matus, a la vez Director del Servicio Informativo de USA en Concepción. Pocos momentos antes de la partida Osvaldo San Martín se dirige a Hernán Miller señalándole que a él le parecía mejor que Miller viajara como técnico en lugar de él ya que, además, vería a su familia en Puerto Montt. Éste manifestó que no sabía manejar el transmisor que se llevaba, pero San Martín señaló que con un par de indicaciones quedaría habilitado. Así se hizo y con ese reemplazo partió “Misión Sur”. Su objetivo: visitar los lugares afectados por el sismo del día 22 de mayo a las 15:15 horas. Además, existía el compromiso de efectuar dos llamadas al día a Concepción a San Martín, quien además era radioaficionado y quedó en la ciudad para efecto de recibir aquellos llamados de Misión Sur. Las horas serían: 10:00 y 17:00, cada día en donde estuviera ubicada la misión. Se hizo y se cumplió a cabalidad. Visitamos Temuco, Lonco Pan, Angol, la zona del río Riñihue, Villarrica, Valdivia, La Unión, Río Bueno, Osorno, Puerto Montt.
En cada lugar que se avistaba nuestro vehículo la gente nos conminaba a detenernos para agradecer las emisiones de los días, con sus noches, sin parar, que los mantuvo a ellos –al sur del país- informados, puesto que enlazamos a varias ciudades con Santiago, Ancud y Santiago, por ejemplo, lo que permitió ampliar las informaciones. Mantuvimos cadenas con radios Cooperativa y Minería por varios días, logrando así informar a Chile entero.
La pasada por el Riñihue significó una molestia para el periodista de Radio Minería Luis Hernández Parker. Manifestó se deseo de efectuar reportajes en avión, desde el aire, con nuestro equipo transmisor. Como yo le indicaba que, por cierto, iba con él pues me consideraba responsable del transmisor, que era de propiedad de la Escuela de Ingeniería, se molestó muchísimo y días después nos dedicó algún párrafo en uno de sus artículos en revista “Ercilla”, revista que le pagaba a él por tales crónicas. A nosotros nadie nos pagaba, sólo era afición y vocación de servicio. Manifestó en Ercilla, de lo que recuerdo, que había solicitado efectuar transmisiones desde el aire, pero que unos imberbes muchachos de RUC no se lo había permitido. Nunca dijo que las transmisiones serían con nuestro equipo y por qué se lo habíamos negado.
En la Unión se nos quemó un tubo del transmisor. En momentos que hacíamos el contacto con Concepción, alguien pasó por la parte delantera del vehículo y distraídamente pisó el acelerador, lo que aumentó el voltaje, quemó un tubo y las yemas de los dedos a Miller, que manipulaba en ese instante.
En Puerto Montt fuimos alojados en casa de la familia Miller, que se encontraba repleta pues además estaba la familia de una hija que había perdido su casa n el sismo del día 22.
domingo, 29 de noviembre de 2009
Eduardo Gajardo y la Radio Universidad
Después de una vida en Concepción Eduardo partió a La Serena, para una actividad más que nada relacionada con la academia. En la Universidad hoy se publica este curriculo suyo.
Profesor Normalista de Estado con estudios musicales complementados posteriormente en el Conservatorio de Concepción y cursos de voz y dirección en Estados Unidos (Kent State University, Ohio), ha proyectado su experiencia y talento como Director, Compositor y Profesor de Música. Desde diversas Universidades, especialmente, las de Concepción y La Serena, realizando una reconocida labor de extensión, de renovación e incremento del repertorio coral y formación de profesores y cantantes. De entre un gran diversidad de obras originales corales a capella y con orquesta, podemos destacar: “Preludios Maternales”, “Sonetos de la Muerte I”, “Los Tres Copihues”, “Padre Nuestro”, y “Sinfonía de Navidad”(ambas para coro mixto, solistas y orquesta.); “Salmo 138” (para coro de hombres, solista bajo y orquesta). Importante es destacar su trabajo en arreglos y versiones polifónicas de música chilena.
Los penquistas perdimos con la ida de Eduardo Gajardo a La Serena, nos privamos de su creatividad y rigurosidad, también de su calidad humana.
martes, 10 de noviembre de 2009
Adriano Reyes, "un mechón" eterno
De ese pasado rescatamos hace años, en 1986 para ser más precisos, una pizca a través del diálogo con Adriano Reyes, un hombre que llegó a Concepción en 1952 como Jefe de Banda del Regimiento Chacabuco y a poco andar conquistó a los universitarios con canciones que los muchachos de hoy desconocen, pero que son parte de la tradición estudiantil de la Universidad. Títulos:"Baión penquista ", "Carnaval", "Rock universitario", los más difundidos. La Casa del Deporte casi se venía abajo con "Una mechona que se sentó en las rodillas del profesor" o con "Los Popeyes".
En 1984 Reyes , de aquí en adelante Adriano, fue distinguido como el Suboficial Mayor más destacado del Ejército.
En 1986 cuando hablamos por última vez ( murió en 1997) retirado ya recordaba miles de cosas.
"Ingresé al Ejército en 1937 como agregado aprendiz a la banda que recién se fundaba en la Escuela Militar".
Sus marchas "Penachos Rojos " (1938) y "Recuerdo Militares", siguen siendo interpretadas en todas las unidades militares del país y la primera en cada Parada Militar. Menor suerte ha tenido el Himno Deportivo de la Universidad de Concepción, también compuesto por él, que no se canta, pero del que existen grabaciones.
- ¿Dónde se producen personajes como usted?
- Soy de un pueblito de la provincia de O'Higgins, de Peumo, tierra de los limones, paltas, naranjas y flores.
- ¿Cuándo y cómo entró en contacto con la música?
- Desde los siete años. Mis padres tenían almacén. Fíjese que con el embudo del aceite tocaba la trompeta.
- Dígame, ¿Cómo se contactó con la Universidad de Concepción?
- Toda esta bella amistad nació después de haber sido trasladado al Regimiento Chacabuco de Concepción, como jefe de banda. Un buen día fui a cobrar mi cheque a la Caja Nacional de Ahorros - así se llamaba antes el Banco del Estado. Quedaba en Pinto con O'Higgins, y se me acercó, era el año 52, Andrés Rojas Murphy. Al ver la lira en mi uniforme, que es el distintivo de los músicos militares, me preguntó acaso era músico. ¡Claro!, le dije. Ahí mismo me propuso que compusiera una pieza para Concepción y que la banda comenzara a tocar cosas más modernas. Como fuente de inspiración, Rojas Murphy me nombró el Biobío, el Cerro Caracol, el Campanil". Así nació el "Baión Penquista", que lo di a conocer en las retretas dominicales. Le advierto que fue la gran novedad. Otra cosa, también, fue novedoso escuchar, por primera vez, una banda militar en que se cantaba. De ahí para adelante, todas las bandas de Ejército comenzaron en algunas ocasiones a utilizar voces.
Pero, ¿cómo comenzó a adentrarse en el corazón de los estudiantes? Eso quiero que me lo cuente...
- La FEC pidió la banda del Chacabuco para el desfile de carros de la Fiesta de la Primavera, en donde había mucha alegría, disfraces, comparsas. De allí saltamos directamente a al Casa del Deporte, donde la banda, por años, puso la música de machitunes, presentaciones de reina, en fin, cualquier fiesta de los estudiantes. Yo tenía algunas experiencia en materia de espectáculos, porque había tocado en esos programas de auditorio que tenía la Radio Minería, en Santiago, junto a la orquesta de Federico Ojeda...
· ¿Hasta cuándo participó de la alegría estudiantil?
- Hasta que me retiré, el año 71 ó 72. Fue emocionante mi última velada. Cuando entré a al Casa del Deporte con mi orquesta, ¡qué ovación!...
- Su orquesta ¿cómo se llamaba?
- Los Happy Boys...
· ¿Qué ocurre con usted ahora?...
- Bueno, estoy retirado. Vivo con el cariño de mi esposa, de mis hijos y de los catorce nietos...
· ¿Volvería a Concepción ?
- Lo haría solamente por asuntos de familia...
· ¿Qué ocurrirá con su música? ¿Le gustaría a los mechones del 86?
- Mi música jamás morirá porque es de los universitarios, siempre habrá personas que recuerden mis canciones y se las mostrarán a otros, a los más jóvenes, porque quienes fueron un día muchachos y hoy son profesionales, jamás olvidarán esos bellos días en que llegaron a la U...
Hugo Olea M
publicado en el diario EL SUR de Concepción.
viernes, 22 de mayo de 2009
Nuestros "censores", en 1973
Tuvimos también nuestra censura luego del golpe de 1973. Pudiéramos adelantar que no fue tal porque se limitó a la presencia de tres suboficiales en retiro de las fuerzas armadas instalados en los estudios de la Radio y que pusieron en marcha el "Centro de Escucha 11 de Septiembre". Lo integraban los suboficiales Reyes, del Ejército; Ortiz y Fouchard, de la Armada. La verdad, no ejercieron control alguno y menos censura, pues estuvieron allí cuando la radio, por disposición de la rectoría, se llamó temporalmente "Radio de las Fuerzas Armadas y Carabineros".
La pregunta es ¿a qué se dedicaban los suboficiales?. Uno de ellos, el suboficial Reyes, parecia estar al mando; Fouchard no se hacía presente con demasiada continuidad, mas el suboficial Ortiz cumplía, riguroso, ocho horas como escucha. Mañana y tarde con un receptor de onda corta, premunido de audífonos contrastantes con su cabellera blanca, monitoreaba de preferencia Radio Habana. Tomaba notas para producir cotidianamente un informe de lo que allí se decía respecto de Chile. El documento iba a parar a la Intendencia, oficina del comandante Luis Zenteno Vallejos, encargado de comunicaciones. Carlos Godoy, el Director de la Radio, venía por lo menos una vez durante la mañana y consultaba ¿que hay de nuevo? Respuesta gentil del suboficial Ortiz mientras simultáneamente se acomodaba los suspensores, "este campeón agregó otros ítemes". El "campeón" era Fidel Castro, por supuesto. Los otros ítemes, referencias inamistosas a la Junta.
El suboficial Ortiz un caballero. Se ganó un poco las antipatía de Reyes, a quien le faltaba poco para acusarlo de insurrecto. Llegó si a calificarlo de altanero ante Carlos Godoy, pues eso de usar los pantalones a la altura del pecho con cinturón y suspensores, según él, no iban con la gallardía militar y mucho menos con la prestancia que debía lucir un miembro del Centro de Escucha 11 de Septiembre.
domingo, 19 de abril de 2009
Otro gran recuerdo
La tan famosa canción rusa, Kalinka, interpretada por el Coro del Ejército Soviético, que a nadie dejaba indiferente (la canción, por supuesto).
sábado, 18 de abril de 2009
Un primer gran recuerdo de estos 50 años
Ignacio Villa, "Bola de Nieve". Cubano que estuvo varias veces en Chile.
sábado, 18 de octubre de 2008
viernes, 18 de julio de 2008
Jorge "Cucho" Orellana
Por Carolina Espinoza, escribe desde Madrid
Estimados.... quisiera compartir unas palabras con ustedes...
La pasada madrugada falleció en el Hospital Gregorio Marañón, el hombre de Radio y primer locutor del Reporter Esso en Chile, Jorge "Cucho" Orellana, a los 92 años. Pese a que él levaba 34 años viviendo en Madrid, y yo, 8 años, le conocí hace sólo tres y por un "error" , cuando estaba recopilando entrevistas para un libro sobre la historia de Radio Cooperativa. Alguien me comentó que él había sido el primer locutor del Reporter Esso en Cooperativa...le llamé por teléfono y aceptó ser entrevistado. Cuando llegué a su casa, me miró, me hizo pasar, sentarme y lo primero que dijo fue: "El Reporter Esso NUNCA estuvo en Cooperativa, al menos yo lo leía en Agricultura". Esto que podria sonrojar a cualquier periodista e invitarlo a emprender decorosamente la retirada, significó el inicio de una hermosa amistad con él y su entrañable esposa, Victoria Benado que después se extendió al completo de mi familia. "Cucho" se transformó en mi "abuelo postizo", un amigo, un maestro y por sobre todas las cosas, alguien que confirmó mi pasión por la radio...."una verdadera enfermedad" como solía llamarle él.
He redactado algunos párrafos, que es lo único que sé hacer, aunque seguro, Cucho me los corregiría con rojo....No sé si serían los que a él le gustaría oír, pero son los que me salen del corazón, con todo el dolor de su partida....
Carolina Espinoza Cartes.
Jorge Orellana Mora
( Coquimbo, Chile, 14 de septiembre de 1915 - 17 de julio de 2008).
Todavía la página web de Jorge “Cucho” Orellana, anuncia la próxima actualización: 5 de julio de 2008. Como nunca, faltó a su puntual cita en la red. Desde hacía dos meses estaba internado en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, afectado por una infección renal aguda, que pudo con él finalmente en la madrugada del 17 de julio.
Y es que a sus 92 años, nunca se despegó de las comunicaciones. Hombre de radio por naturaleza, fue el primer locutor de la versión chilena del mítico “Repórter Esso”, en los comienzos de la radiotelefonía chilena en 1940, emitido en Radio Agricultura. Fue locutor, creador de programas radiales, director de radioemisoras, especialista en Relaciones Públicas. También fue Director Gerente de la agencia publicitaria Mc Cann-Erickson en Chile, hasta formar su propia agencia de publicidad que dirigió hasta 1973, año en que partió a España, tras el Golpe de Estado al gobierno de Salvador Allende.
Lo deslumbró una pequeña radio a galena cuando estaba internado en el Liceo de Hombres de Concepción que compró por 15 pesos, en los años veinte y lo siguió deslumbrando 80 años después, un reproductor de mp3 que escuchaba hasta hace un par de semanas atrás. “La radio es una enfermedad, un vicio”, solía decir en las largas y amenas tertulias que protagonizaba él y su mujer, a la cabeza del Comité Pro- Memoria Salvador Allende, Victoria Benado. Lo hacía desde su casa en la calle Pez Austral de Madrid, refugio de decenas de chilenos que huyeron durante los 17 años de la horrible dictadura de Augusto Pinochet y que encontraron en ese piso además de la buena mesa -porque a “Cucho” le encantaba cocinar y experimentar con los sabores- un lugar para cultivar la amistad a la vieja usanza: la conversación cálida desde el respeto de las ideas. Jorge, Victoria y sus dos hijos, cuentan entre los primeros exiliados chilenos en llegar a España, destino elegido sólo por algunos pocos, considerando que Franco no murió hasta finales de 1975.
La radio fue el vicio de su vida, a través de ella, protagonizó innumerables anécdotas de primera fuente -por citar algunos- con el poeta Pablo Neruda, el compositor argentino Atahualpa Yupanqui o los ex Presidentes chilenos Arturo Alesandri, Jorge Alessandri, Salvador Allende, todas ellas, recogidas en su último libro, sus memorias, publicadas en 2006 bajo el nombre “Una mirada hacia atrás”. Dos de esos entrañables amigos: Salvador Allende y Atahualpa Yupanqui, hubieran cumplido 100 años en 2008, Jorge “Cucho” Orellana estuvo cerca...llego casi a los 93.
“Un mirada hacia atrás” no fue su primera incursión en la literatura, a finales de los años ochenta ya había escrito “Cuentos y episodios” con la idea de recaudar fondos para la resistencia chilena en el exilio y últimamente canalizaba sus afanes comunicativos/literarios actualizando rigurosamente su página web titulada “Sepa de....cultura general y datos interesantes...” ( http://j.orellana.free.fr) donde volcaba, siempre redactado en clave de “cápsula radial”, noticias, curiosidades y comentarios.
De acuerdo a sus convicciones y por una decisión que de vez en cuando comentaba, no hubo funeral y su cuerpo fue donado a la ciencia.
jueves, 3 de abril de 2008
martes, 5 de febrero de 2008
Murió ex director de Radio Universidad
A los 94 años falleció el crítico de música Daniel Quiroga | ||
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Por MAUREEN LENNON ZANINOVIC (El Mercurio) "Heredé el amor por este arte de mi abuelo, cuyas seis hijas eran pianistas. Me han puesto el nombre de crítico, pero lo único que hay detrás de eso es un cariño por la música", señaló Daniel Quiroga (1914), durante un emotivo homenaje que le rindieron en 2003, en el marco de las Semanas Musicales de Frutillar. Su presencia en el evento frutillarino dejó huella no sólo por su buen humor, sino, sobre todo, por sus amplios conocimientos que compartía generosamente con todos los periodistas y músicos participantes, y plasmaba en sus infaltables columnas para este diario. Miembro del Círculo de Críticos de Arte, el destacado profesional falleció ayer, a las 9:00 de la mañana: "Se despidió tranquilo y feliz, porque recién el 1 de febrero celebramos sus 94 años. Ese día le cantamos como siete veces el 'Cumpleaños feliz'. Gozaba dirigiéndonos a todos nosotros", cuenta Silvia Quiroga, hija única de su primer matrimonio con la artista Dinora Doudtchitzky. Tras el fallecimiento de la reconocida grabadora ucraniana en 2004, Quiroga volvió a contraer matrimonio con la mezzosoprano Aída Reyes. Nacido en Concepción y criado en Temuco, realizó sus estudios universitarios en el Conservatorio de la Universidad de Chile. Entre los grandes hitos de su carrera destaca la formación de la Agrupación Lírica de Concepción. También brilló como pianista del Ballet Nacional y de la Compañía de Zarzuelas de Bruno Rocha. Como crítico, publicó en los diarios "La Hora", "La Nación", "Las Últimas Noticias" y "El Mercurio", donde colaboró hasta 2005. Además, fue fundador de la Revista Pro Arte, trabajó en el Instituto de Extensión Musical de la Universidad de Chile y fue director de la Radio de la Universidad de Concepción. Juan Antonio Muñoz, crítico de "El Mercurio", lo recuerda: "Sabía mucho de ópera y siempre reivindicó la zarzuela como un lenguaje fresco, lleno de posibilidades interpretativas; él mismo dirigió zarzuelas en muchas ocasiones". Maximiano Valdés, director de orquesta: "Las veces que hizo crítica de mis conciertos demostró poseer un conocimiento completo de las obras en programa. Tenía un gran interés por la música latinoamericana". Sus restos están siendo velados en el Club de la República (Marcoleta 659). |
sábado, 22 de diciembre de 2007
Pierre André Benavides luce una estupenda memoria...estuvo en brazos de doña Lucía y del Capitán General...
RADIODELAU
LA FIBRA DEL RECUERDO
RADIOTONES
...Lo último publicado con relación a Francisco Miguieles y los "tulliditos"...
...También se encontraba Alejandro Salazar de la Barra; Recuerdo dos RADIOTONES emitidas por RUC directamente desde el Banco de Chile en O'higgins con Caupolican los años 1979 y 1980.
Era un viernes por la mañana, y en el departamento técnico se preparaban los últimos gabinetes de transporte para los equipos de la RUC. Existían en esa época una pléyade de camionetas C-10 simples y doble cabina azul con él logo de la Universidad en las puertas, además de un Jeep marca Land Rover; Humberto Benedetti, y el señor Ramos eran los habituales chóferes de la época. Estos vehículos servían además para transportar al personal a sus hogares luego del cierre de transmisiones a las 23 hrs. Lo recuerdo, mi padre tenía turno de 17 a 23 horas, me quedaba con él en las tardes gran parte de la década de los 80. A las 22:45 ya comenzaba a preparar la cinta de cierre de transmisiones, eran los últimos minutos del concierto nocturno cuando mi padre me dejaba controlar... El himno de la U, la despedida con Pancho Miguieles, la voz femenina en ingles para la onda corta, Rosario Fernández San Martín, el himno de la U. -Arriba de Pie-. Comenzaba el ritual de cierre "técnico", detener la cinta de la maquina Philips apagarla, en la mañana el control de turno la retrocedería para el comienzo de transmisiones (rutina) apagar el conmutador de la mesa de audio, el automático eléctrico del control A, la salida al pasillo principal, bajar la escalera, cerciorarse en el conmutador eléctrico de bajar todo, menos el swich de la baliza de la torre del enlace, primera puerta de madera, cerrarla con triple chapa, segunda puerta, reja de fierro con chapa y cadena con candado, tercera puerta, dos hojas grandes en la entrada del edificio.
El señor Ramos o Benedetti al volante; dependiendo de las personas y lugares a recorrer duraba el viaje, rara vez fuimos más de tres, recuerdo al principio a Luis Vergara (Patán) en tiempos en que había locutor de turno, después todo estaba grabado; Íbamos a los Cóndores o Higueras, luego nuestro turno; A veces, pero rara vez un periodista, Pedro Soto y Hugo Olea, recuerdo... De niño mi entretención era con un receptor portátil y linterna bajo las sábanas sintonizar la RUC minutos antes de las 23 horas simulando estar dormido, mientras mi madre veía TV, esperaba la llegada de mi padre tomando el tiempo con el flamante reloj ACRON regalado para un cumple. Desde el ritual de cierre hasta la casa... 15 minutos exactos... en un Jeep "verde"... Que en esa época generaba susceptibilidades.
Mario Plaza entusiasta radioaficionado(HamRadio CE5EAF) terminaba una ardua labor de implementar con radio de dos vías(VHF) marca General Electric, los estudios, el Jeep y camionetas en cuestión, (lo más probable que por la tecnología de la época fueran de matriz de diodos, incluso se dio el trabajo de realizar una ardua capacitación al personal del control en la operación de los equipos con un diagrama esquemático en papel de libreto color amarillo y de noticias color rozado, esa leyenda quedo por mucho tiempo en la mesa del teléfono de magneto, incluso permanece la pinza de soporte de micrófono del equipo en cuestión, hasta que la RUC se trasladara a la plaza Perú) con la antena transmisora puesta en la torre de enlaces en el estacionamiento al costado del edificio de la RUC, por los bomberos de una de las dos compañías vecinas a la RUC. En esos años implementar un sistema de estas características donde una radioemisora pudiera tener móviles alrededor de la misma era novedoso y revolucionario.
Hubo dos o tres viajes con equipos técnicos desde O'higgins 1061, hasta Caupolican, ubicación del Banco de Chile. El primer viaje en el Jeep Land Rover, recuerdo a: Luis Grez, Adolfo Romero ( Raposa) Pancho Miguieles, Omar Sandoval, el señor Ramos o Benedetti al volante, mi padre y el suscrito, íbamos estrechos, por eso tanto viaje posterior. Esta incursión radial se enmarcaba en una gestión de Carlos Godoy y todo el personal de RUC de la época, ya que el año anterior se había producido una primera experiencia. El personal cedía parte de su tiempo fuera de su turno correspondiente a la transmisión de la RADIOTON desde el Banco de Chile en el marco de la segunda teletón.
Lo más entretenido de mi punto de vista era la instalación técnica de los equipos, la consola, los micrófonos, pedestales, el enlace radial Mc Martín y su antena telescópica dipolo loop que trabajaba en el rango de los 300 megas. La transmisión en sí comenzó en la tarde con despachos breves hacia los estudios que fueron alargándose incentivando a los oyentes a participar en esta noble obra. En los estudios se encontraban Marta Leiva, Elvia Vergara, Carlos Leiva, Aníbal Ulloa, Carlos Ulloa, etc. Los cuales se turnaban después de cumplir sus obligaciones correspondientes dirigiéndose al Banco en esos primaverales y calurosos días de diciembre de 1979...
...La sala que nos habilitaron para los equipos y el personal de RUC se encontraba justo en el vértice de las calles Caupolicñan y O'higgins, era una pequeña pieza con una ventana alta con reja que daba hacia la fachada del Banco Concepción, aquí se acumularon los equipos técnicos y a través de esa misma ventana se dirigía el enlace radial hacia los estudios cuatro cuadras hacia el nororiente. Esta pieza se transformaría en la piedra angular para futuras transmisiones, aquí se encontraba el control maestro, desde aquí se expandían los cables e hilos microfónicos que transportarían las voces del público entrevistado y los locutores: Elvia Vergara, Marta Leiva, Pancho Miguieles, Alejandro Salazar de la Barra, etc. También periodistas como: Patty Fernández, Pedro Soto, Hugo Olea, Carlos Godoy.
Ese viernes finalizaba el trabajo radial a las 23 horas, para luego retomarlo el sábado. Todo era voluntario y cada cual tenia que cumplir su turno correspondiente en la RUC, posteriormente se dirigían al Banco a colaborar con la transmisión. Esa tarde de sábado volví con mi padre, era ya una rutina saludar a los guardias, personal del Banco, etc.
El Banco de reciente remodelación poseía una "escenografía" futurista minimalista, con una nave central donde se emplazaban las cajas con una pirámide invertida de color metálico beige de perfil de aluminio rodeada de luces. Lo segundo que llamaba la atención en esa época era la pantalla "gigante" donde se veía la transmisión televisiva, la cual era una exquisitez tecnológica para la época.
Los despachos radiales con los nuevos cómputos era la atracción de la gente que se encontraba en el Banco; se producían por horas tacos inmensos, gente se agolpaba en las cajas, el acceso colapsaba por los que entraban... y por los que salían. Se habilitó un circuito... El público salía por una puerta lateral a calle Caupolicán.
Ulises Lari, Sergio Godoy, Christian Paulsen, Héctor Alarcón, Salvador Shwartzmann, los camarógrafos del canal 5, entre medio Sergio Castillo, Loreto Delpin, Lucy Khun, David Bahamondes, además de colegas de otras Radios, recuerdo en los intermedios de café y helado que gentilmente abastecía el gerente del Banco a todo el personal de los medios de comunicación.
La atención se producía cuando el gerente del Banco de la época, se contactaba telefónicamente con el estudio en el casino las vegas, las cámaras del canal 5, los micrófonos de RUC rodeaban al personaje.
Incluso un camarógrafo del canal(Leonardo Hurtado )junto a su asistente años después tuvieron un grave accidente capturando unas imágenes sobre una pluma que se desplomo sobre ellos, con graves consecuencias.
Después de todo el despliegue de personal durante estos días de RADIOTON, a la semana siguiente ya se podía leer en los diarios murales de pasillo de la RUC las notas de agradecimiento para todo el personal de la emisora por la difusión y colaboración en esta noble labor.
Esto se repitió un par de años más... si mal no recuerdo, hasta la cuarta teletón del año 81.
Las transmisiones en terreno de la RUC que recuerdo, siempre traen a mi memoria anécdotas y sobre todo chascarros. Haciendo memoria era 20 de agosto parece que de 1976, cuando la "junta" en pleno vino a inaugurar la "llama de la libertad" en la plaza Rene Schneider, vulgo plaza de los tribunales junto al monumento a O'higgins; Hay estaban Pancho Miguieles, Roberto Romero como locutores oficiales más el personal técnico, Luis Grez, etc. Existe un documento grafico del solemne acontecimiento inmortalizado por el Diario Color, venían unos atletas del norte y del sur con antorchas encendidas a confluir en la recién construida pira olímpica...
...La primera dama me toma en brazos... y luego lo hace el Capitán General...
Jamás funciono bien esa antorcha... se lo pasaba apagada... recuerdo que transitaba a menudo por ese sector, al SAAYA, al TENTEMPIÉ, CORDÓN BLEU o al supermercado LAS BRISAS.
En el edificio de la RUC en O'higgins 1061, funcionó un tiempo la fiscalía militar, el archivo de la universidad y sobre todo existía una comunidad de administrativos y funcionarios con sus familias que vivían allí. Había muchos niños de mi edad, las hermanitas Araneda, y uno que después seria conocido como rostro de SODIMAC Christian Reinike fallecido recientemente; En ese pasillo donde se estacionaban los vehículos de los funcionarios, en verano jugábamos y nos divertíamos un grupo considerable de niños, también se realizaban en el foro convivencias de fin de año donde nos reuníamos los hijos del personal, nos llenaban de regalos y golosinas (todavía tengo algunos) recuerdo en los veranos llevar mi bicicleta y deleitarnos jugando hasta que mi padre terminaba el turno, también los autos de los funcionarios, el escarabajo rojo de Pancho Miguieles, la renoleta blanca de Pedro Soto, una citroneta azul modélo Azam de Alejandro Salazar, un SIMCA 1000, NSU Prince, MG, Subaru Rex, etc.
Era 21 de mayo de 1979, se conmemoraban los cien años del hundimiento de la corbeta esmeralda en la rada de Iquique; Para variar con mi padre, más todo el personal de transmisiones "oficiales" Luis Grez, Mario Plaza, Pancho Miguieles, Adolfo Romero, etc. todos arriba de una C-10 doble cabina pick up largo, una tremenda maquina, conducida por el señor Ramos así le decían... En la parte posterior todo el material, pedestales de micrófonos, más unos racks metálicos con los logos de la radioemisora y de la Philips, eran varios, dentro de todo el despliegue técnico, micrófonos, cables, escudos de la U, herramientas, en fin... de un cuanto hay...
Enfilamos hacia Talcahuano, por en esa época... "autopista", pasado el Puente Perales en la recta de Los Cóndores hasta llegar al cruce de Las Higueras la velocidad crucero de la camioneta llegaba a 80 o 90 KmH. Cuando de improviso una vibración notoria generaba en la dirección del vehículo un aparente descontrol... que luego de bajar la velocidad volvía el color a los ocupantes de ella...
Este fenómeno volvió a ocurrir en innumerables ocasiones durante el viaje. Se elucubraba de todo, el exceso de peso, un elemento suelto en la dirección etc. ...-Vámonos despacito grito uno-... el pavimento estaba húmedo por la lluvia de las últimas horas, el cielo trizado, las nubes cargadas dejaban pasar rayos de sol que provocaban un hermoso espectáculo entre el arco iris y el verde del bandejon central. Llegamos a la mismísima base naval... la "junta" en pleno, creo... Había dejado de llover después de varios días de temporal, el pavimento seguía húmedo.
Se instalaron los equipos detrás de las bandas musicales y se comenzó a transmitir de inmediato, Lucho Grez apuntando lo mejor que podía hacia los estudios el enlace telescópico al máximo de su altura con la dipolo loop apuntando hacia Concepción. Pancho Miguieles relataba los acontecimientos... metros de cables de micrófonos tirados en el suelo, consola de audio, enlace radial, antenas, herramientas, etc.
...la banda musical entre medio de nosotros tocando ensordecedoramente...
Se nubla y amenaza con seguir lloviendo, todo era un espectáculo, los marinos desfilando empapados quizás de que hora. Unos helicópteros circunvolando el lugar... a Mario Plaza se le ocurre tomar un pedestal de micrófono, saca un cable, un micrófono peludo, lo conecta y lo pone en el pedestal, "el pequeño" mi padre conecta el cable a la consola y Lucho Grez apunta la garza o el boom hacia los helicópteros.
...Yo estaba fascinado...
Comienza a llover... Adolfo Romero y todos tapando y guardando los equipos, la ceremonia estaba terminando... lo mejor era emigrar.
Nuevamente en la camioneta... Él transito cortado, no hay por donde salir, el desfile tiene todo alterado, la habilidad del chofer nos lleva por extraños caminos; Nótese que el vehículo es extremadamente largo para las estrechas calles del puerto, una doble cabina con pick up XL no es fácil, pero el chofer el señor Ramos demuestra su pericia entre los cerros y calles choreras... Una cuesta pronunciada nos alerta de las condiciones de exceso de peso que llevamos en la cola, esto se agrava con el fantasma del "parkinson" en la dirección... el very very, le pusieron (¿Quizás cómo se escribe?)
...Más recuerdos... Roberto Romero... tremendo relator de básquetbol en una final de la Dimayor en la Casa del Deporte el año 1987, la RUC transmitiendo en pleno... las grabaciones de las temporadas sinfónicas en el teatro de la universidad con la grabadora TELEX...
... El paso de Guillermo Rodrigo Godoy Chandía por RUC.
En fin, siempre se viene algo a la memoria después de leer el blog de la radiodelau.
...hasta la próxima...
Pierre André Benavides Garrido
Concepción, Diciembre 2007
jueves, 29 de noviembre de 2007
La Teletón en la Radio
La Radio de la Universidad fue la única del dial penquista que se sumó a la primera Teletón el 8 y 9 de diciembre de 1978. La iniciativa fue del director Hernán Miller. La emisora emitió mensajes propios en beneficio de la campaña y durante los días de la Teletón instaló un puesto de transmisión en las oficinas del Banco de Chile. Francisco Miguieles estuvo la mayor parte del tiempo con el micrófono en sus manos. La tarea consistía en animar a los depositantes que hacían fila enfrente de las cajas.
La anécdota: Pancho entrevista a un alto funcionario de la Universidad, hoy retirado, y éste le expresa casi ingenuamente el motivo que lo llevó hasta allí, "vine también a hacer un aporte para los tulliditos..."
La expresión indica el desconocimiento público que en aquella época existía sobre el asunto. En todo caso la respuesta descolocó al bueno de Francisco.
viernes, 17 de agosto de 2007
El rescate de música y voces que hizo Hernán Miller
Hernán Miller a través de un proyecto FONDART (1988-989 ) rescató antiguas grabaciones de Radio Universidad y las traspasó a un soporte digital, DAT. El trabajo lo realizó junto a sus colaboradores Aníbal y Carlos Ulloa y Carlos Leiva en la Carrera de Periodismo de la Universidad de Concepción Las grabaciones las conserva la radioemisora y ustedes pueden saber qué programas y que voces se guardan allí.
Hugo Olea
martes, 14 de agosto de 2007
Mario Céspedes director fundador de Radio Universidad
En 1959 el rector de la Universidad de Concepción, don David Stitchtkin, le pide que organice y ponga en marcha aquí un servicio de radiodifusión pública. A la sazón sólo la Universidad de Chile de Valparaíso contaba con una radioemisora, “Radio Valentín Letelier”.
En agosto de 1959 se inician emisiones experimentales y, por fin, el 14 de septiembre oficialmente comienza a transmitir Radio Universidad de Concepción desde el cuarto piso de la Escuela de Farmacia.
Fue la voz del profesor Céspedes la primera que se oyó a través de la frecuencia CC 68 del dial.
Enseguida habló a la naciente audiencia el rector Stitchkin que, en síntesis, propuso “una radio para educar entreteniendo”.
Mario Céspedes fue el agente innovador. Convocó a las mejores voces y a los técnicos de mayor competencia de la radio local. Espigo: Fernando Alvarez, Sergio Castillo, Carlos Smith, locutores; Hernán Miller y Manuel Riquelme editores de sonido; Luis Alfonso Tapia y Jaime Smith, periodistas.
Los múltiples e interesantes contenidos fueron montados sobre espacios con un título genérico y nunca se prolongaban más allá de los 30 minutos, respaldados por libretos muy bien interpretados. A ellos se añadía la transmisión de grabaciones testimoniales de artistas e intelectuales de Concepción.
El modelo rápidamente fue adoptado por las estaciones universitarias del país y hasta hoy se mantiene en su esencia. Olvidaba que la nueva forma excluía las tandas publicitarias, otra gran novedad.
Transcurridos exactamente ocho meses y siete días desde su fundación, la Radio, dirigida por Mario Céspedes, debió enfrentar el mayor de sus desafíos, dar cuenta a la ciudad y al país de los efectos del terremoto del 21 de Mayo de 1960, surtidos sus transmisores de AM y onda corta con la electricidad de un generador manual instalado en el hall de la escuela de Farmacia. A escasas cuadras, esquina de Colo Colo con Freire, el entonces director de EL SUR, Emilio Filippi y los suyos, remendaban las prensas para poner en la calle una edición de emergencia con el mismo propósito. Difundir información fidedigna y anticipar la esperanza de una ciudad nueva a la atribulada población.
Hugo Olea M.
Publicado en el diario EL SUR el 14 de agosto de 2007