martes, 6 de junio de 2006
La última entrevista de Federico
Lo que pasa es que cada año debo, en la carrera de Periodismo, entrenar a los muchachos en producir una entrevista de personalidad. Hace un tiempo pedí, mejor dicho ordené, a una de mis alumnas, María Elena Retamal, entrevistara a Federico Ramirez, un personaje para mi interesante. El, mi amigo, se resistió a tal punto de enviarme un e mail diciendo "Huguito es la última vez" y fue la última vez que habló para una entrevista y por lo que yo lo conocía se reservó mucho de lo que fue su vida como ser humano y, fundamentalmente, como hombre de radio, pero, en fin, éste es el trabajo de María Elena. Hugo Olea
Federico Ramírez, conductor de televisión:
UN TIMIDO EN LA MULTITUD
Los prejuicios que se tiene de las personas que trabajan en la TV, por lo general, hablan de gente muy abiertas a contar su vida privada, o que como sea pretenden lograr de alguna manera salir en las portadas de revistas. No es el caso de Federico Ramírez, actual conductor de noticias de TVN red Bío Bío, quien con tímidas y cortantes palabras cuenta algunos pasajes de su intimidad.
Por María Elena Retamal Contreras
Cuesta llegar a conocer la vida íntima de este locutor y actual jefe del Departamento de Comunicaciones de la Municipalidad de Concepción, es por eso que para comprender su diario vivir, hay que realizar más de una visita y llamada telefónica. La verdad es que no es tan fácil lograr interactúar con este amable personaje.
Este amante de la locución, de los boleros y románticos tangos, nace en Lota en 1942 donde cursa sus primeros estudios en el colegio San Juan en dicha ciudad. Posteriormente, se traslada a Los Angeles para cursar su enseñanza media en el Liceo Alemán del Verbo Divino, finalizando su educación superior en la Universidad de Concepción como egresado de Derecho.
“Empecé estudiando derecho…seguí la carrera, y en medio tuve oportunidades de trabajar como locutor. Entonces fui haciendo las dos cosas en paralelo: procurador en oficinas de abogados y locutor - libretista de radio, aunque admito que la locución era lo favorito”.
¿Entonces qué hace en la TV?
Al terminar su práctica en la Corporación de Asistencia Judicial, tuvo varias ofertas de trabajo como locutor. Su primera labor en el área fue en 1960 en la radio El Carbón de Lota, pues en aquel tiempo faltaba personal a causa del terremoto, obteniendo allí la oportunidad de oro para entrar en el mundo de las comunicaciones.
Su gran deseo, sin saber como, lo llevó a un área que no tenía nada que ver con su formación universitaria. Es por eso que en sentidos términos describe su trabajo de locución como “el encanto del soliloquio que alguien o muchos están escuchando y no lo verá nunca, es como ese mensaje que el náufrago echa en una botella al mar…sabe Dios en que playa alguien lo recoge y lo lee”.
Él deja muy en claro que no ejerce como periodista, razón por la cual nunca ha tenido problemas con este gremio. Además, respetuosamente, dice no haber ni estar invadiendo el territorio de aquellos profesionales, porque solamente es locutor. Lo suyo es simplemente vocación y esfuerzo de años.
Dice amar su trabajo, es por eso que constantemente recuerda una vieja frase dicha por unos de sus primeros jefes que decía ”que te guste mucho lo que estás haciendo, y serás menos infeliz haciendo aquello que te toca hacer y no lo elegiste”. Más tarde se vio conduciendo el noticiario del TVN red Bío Bío.
Acéptenme tal cual soy
Federico Ramírez se define como un hombre con amigos de todos los pensamientos, barricadas, parroquias o logias; es por eso que así como él los acepta, él cree que los demás también deberían aceptarlo. De esta manera, al momento de opinar acerca de temas tan controversiales como lo es la píldora del día después, no se siente tradicionalista.
Él opina que “es asunto de cada cual, el resto es tratar de tapar el sol con un dedo. Si el Estado, laico por excelencia, pone al alcance este mecanismo a todas las mujeres, si la toman o no es cosa de cada una de ellas”.
De ese mismo modo, encuentra muy divertido e ingenioso periódicos como “The Clinic”, o programas como “Caiga quien caiga” aunque admite: “ no debe ser agradable ser “tema” de ellos, pero ese es el precio que paga el mundo público”. Tal vez es por eso que trata de mantenerse fuera de esas áreas tan públicas, sintiéndose “no personaje público” dando entrevistas de personalidad “sólo a estudiantes que la necesitan, pero no así a periodistas de medios. En ese sentido soy bien cerrado”.
Tras una inesperada visita y una cálida conversación, Federico Ramírez abrió una puerta a su intimidad, dando un pequeño espacio para conocer en profundidad a aquel serio caballero que todas las noches nos cuenta los hechos más importantes de nuestra región.
Federico Ramírez responde todas las preguntas con buena disposición, salvo las relacionadas con su vida familiar. Lo único que deja en claro es que se casó bastante joven, a los 27, y que no se arrepiente de haberlo hecho: “ soy uno de los hombres más felices del mundo”.
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